Curso: 3º C
El gatito negro y blanco,
que es mi preferido,
se ha sentado en un banco
y ha soltado un gran maullido.
Cuando juego con él,
me hacen gracia sus patitas.
Cuando comemos miel
mueve sus pequeñas orejitas.
Y si acaricio su suave pelo
ronronea sin parar,
lo dejo tumbadito en el suelo
¡y no para de roncar!
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