Autor: Francisco Esteban Soler Díaz
Profesor
Cuando dieron las nueve
Estaban como siempre,
Ilusionados y con algún empujón leve
Padres, niños y toda la plebe.
Entrando por la puerta,
Divisaron al director
Una niña le dijo:
-Apártese, señor.
Raudo y veloz
De un salto se alejó,
Observando que también iban
Otros quinientos en estampida.
Con las manos en movimiento
Ordenando cual guardia urbano
Niños, niñas pasaron
Más rápidos que un rayo.
A las escaleras arribaron
Ligeros como gamos
Asieron sus mochilas
Grandes, pequeños y medianos.
¡A NUESTRA CLASE HEMOS LLEGADO!
Ilusionados y con algún empujón leve
Padres, niños y toda la plebe.
Entrando por la puerta,
Divisaron al director
Una niña le dijo:
-Apártese, señor.
Raudo y veloz
De un salto se alejó,
Observando que también iban
Otros quinientos en estampida.
Con las manos en movimiento
Ordenando cual guardia urbano
Niños, niñas pasaron
Más rápidos que un rayo.
A las escaleras arribaron
Ligeros como gamos
Asieron sus mochilas
Grandes, pequeños y medianos.
¡A NUESTRA CLASE HEMOS LLEGADO!
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